Ya se empezó a vislumbrar esta
decadencia con la aparición de sistema operativo Symbian (N73) con él cual los
clientes no estaban muy contentos aunque sus características fueran muy superiores
al resto de competidores. Aunque el error más garrafal fue de no acogerse al
nuevo sistema operativo libre y firmar un contrato con Windows, para vender sus
terminales con Windows Mobile y Windows Phone, que hoy por hoy dejan mucho que
desear si los comparas con iOS o Jelly Bean.
Nokia fabrico terminales realmente
novedosos (N95, N85, S60), hoy en día no tiene ningún estandarte para competir
con ninguna de los referentes (Samsung y Apple), incluso me atrevería a decir
con ninguno de sus seguidores (LG, HTC, SONY).
Nokia es un claro ejemplo de cómo una
decisión errónea puede bajarte de la cima, y de que la adaptación, el análisis del
entorno y una buena planificación son totalmente fundamentales.
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